En tanto, en el catolicismo de nuestro propio ámbito sociocultural, predominaba la propuesta de un cristianismo “político”, que, en tensión y alianza con los poderes, reclamaba de ellos y disputaba con ellos espacios para lo religioso, desde el catolicismo de América Latina y otras áreas emergía la propuesta de un cristianismo “evangélico” que, en sintonía con la preferencia de Dios por los pobres, buscaba hacerles un lugar en el mundo, reivindicar sus derechos y acompañarles en un proceso de liberación integral. La primera propuesta, de tan política, se ha venido evidenciando nada evangélica. La segunda, de tan evangélica, se ha mostrado radicalmente política, esto es, con una enorme incisividad histórica y social, amén de religiosa.
Uno de los más ilustres, conocidos y reconocidos representantes de esta segunda corriente es, sin duda, el teólogo brasileño Leonardo Boff. Nacido en Concordia en 1938, a los 27 años concluye sus estudios eclesiásticos en Petrópolis y es ordenado sacerdote, dentro de la orden franciscana, en 1965, . Alentado por el cardenal Evaristo Arns a proseguir sus estudios en el extranjero, los cinco años siguientes lo veremos en Munich, Oxford, Würzburg… en las aulas de los grandes maestros de la época. Tras concluir su doctorado en 1970 con una tesis sobre “La Iglesia como sacramento” bajo la dirección de su entonces profesor y amigo Joseph Ratzinger, retorna a Brasil, donde despliega una impresionante actividad como profesor, editor (al frente de Vozes, la mayor editorial católica del país), pastor (en contacto directo con el mundo de las favelas y de los pobres) y escritor. Su capacidad de producción teológica es increíble: creo que sus obras, en este campo, rondarán fácilmente los 70 títulos, que incursionan prácticamente en todas las áreas de la teología sistemática: metodología teológica, antropología cristiana, Dios, Cristo, Iglesia, Sacramentos, escatología, etc.
Aunque las dificultades ya venían de atrás, con la publicación de “ Iglesia: carisma y poder” se agudizan los problemas con la Congregación para la Doctrina de la Fe, con un curso de los acontecimientos de sobra conocido. Finalmente, en la Universidad de Río, Leonardo concursó y obtuvo cátedra de Etica y Filosofía de la Religión. Materias, éstas, sobre las que ya ha publicado varias obras, con un acento especial en la ecología.