En el sistema internacional hay un creciente enfrentamiento entre grandes potencias (especialmente EE. UU-China) y el ascenso del Sur Global en un mundo multipolar.
Los mecanismos multilaterales están debilitados y no se respeta el Derecho Internacional. En el Norte y el Sur se multiplican los partidos, movimientos y líderes populistas antidemocráticos, contrarios a la agenda liberal (feminismo, igualdad de derechos e identidades, defensa del medioambiente), a la democracia, y al Derecho Internacional y el multilateralismo.
La desigualdad, la pobreza, la falta de democracia y de respeto hacia los derechos humanos, y la competencia por recursos escasos generan conflictos violentos en los estados “frágiles”. Más de 50 guerras se libran actualmente en el mundo, entre ellas la de Ucrania-Rusia, con el peligro de escalar a un enfrentamiento entre potencias con armas nucleares, y la de Israel-Palestina-Líbano-Irán, también con la presencia de armas nucleares israelíes.
Los mecanismos de prevención, gestión y construcción de la paz están bloqueados, y la ayuda humanitaria no es suficiente para atender las necesidades de millones de víctimas.
Es urgente revisar estos mecanismos y reformar el sistema multilateral, y vincular la protección de la democracia en los estados con la democratización del sistema internacional. El objetivo es fortalecer las reglas e instrumentos para resolver y prevenir conflictos violentos.