Este año 2005 se cumplen los cien años de la formulación de la Teoría de la Relatividad. Francisco Fernández Buey ha hecho una doble aproximación al tema de la Ciencia: ha publicado “Einstein: ciencia y conciencia“ y ha traído a la actualidad el debate sobre la relación entre Las Humanidades y la Ciencia en su lección inaugural de curso en la Universidad Pompeu Fabra.
Sirve de partida a su reflexión una afirmación del escritor y humanista George Steiner “Si no entendemos algo mejor el lenguaje de las ciencias no podemos entrar en los grandes debates que se avecinan. A los científicos les gustaría hablar con nosotros, pero nosotros no sabemos cómo escucharles. Este es el problema”.
Sin cultura científica no hay posibilidad de intervención razonable en el debate público sobre la mayoría de las cuestiones que de verdad importan a la comunidad de la que formamos parte. Una formación científica básica es imprescindible para entender muchos aspectos de la sociedad actual, pero esa cultura científica no habilita por sí sola para realizar una crítica aguda del mundo contemporáneo. Los científicos en activo precisan, en reciprocidad, una formación humanística. Porque es precisa una nueva ética de la responsabilidad. Hace falta una ciencia con conciencia.
El humanista de hoy ha de ser un amigo de la ciencia. Pero también hace falta una mayor interrelación entre los departamentos y secciones en que hoy están divididas las comunidades científicas. No sólo es preciso prestar atención a la captación y elaboración de datos con un método científico, hace falta una buena exposición de resultados. En todo caso, hay que “atreverse a saber” porque el saber científico, que es falible y provisional, ayuda a las decisiones que conducen al saber.