El terremoto sanitario, económico, social y cultural provocado por la pandemia no ha creado, sino acelerado, los muchos procesos en marcha dentro del haz de crisis que se manifestaron con estallido financiero de 2008. Y que adquirieron dimensión y profundidad extraordinarias por la confluencia de la globalización y las nuevas tecnologías.
Nadie sabe ni cuándo ni cómo finalizará la pandemia pero ya han quedado sobre la mesa -insoslayables- realidades como…
– la crisis de la democracia.
– la recuperación del poder del gasto público.
– la urgencia de corregir nuestra relación con la naturaleza, los peligros para la libertad del descontrol digital, etc…
– y debates de fondo… sobre el crecimiento ilimitado en un mundo limitado, las posibilidades de que cuajen nuevos paradigmas de consumo…