El tema del papel de las mujeres y su lugar en la comunidad de seguidores de Jesús no es un problema reciente de unas cuantas mujeres “díscolas”, ha sido problemático desde el principio, como deja ver la memoria de María Magdalena.
María, la de Magdala, fue una figura destacada en el cristianismo primitivo, recordada por las comunidades de los comienzos y de todos los tiempos. Su memoria quedó unida a la de Jesús, a la de Pedro, Felipe, Juan o Andrés. Sin embargo, en ese proceso de construcción de la memoria colectiva cristiana, su recuerdo sufrió ciertas transformaciones que dejan entrever tensiones, problemas, intereses y tomas de posición en aquellas primeras comunidades que se cuestionaban y buscaban caminos, así como en las épocas posteriores. Problemas y tensiones que tenían que ver con temas como la enseñanza, el liderazgo, la imagen ante los de fuera, la inculturación…, la autoridad y el lugar de las mujeres en todo ellos. La transformación de su memoria fue crucial en estas discusiones de los orígenes, pero lo sigue siendo en nuestros días.
La conferencia hará un recorrido por ese itinerario que va de la memoria recogida en los relatos evangélicos canónicos y su importancia, pasa por la de los escritos llamados apócrifos de los primeros siglos y otras de siglos posteriores, hasta la memoria más actual que es también dispar.