El consumo no es sólo un medio de supervivencia o un fenómeno económico. Es también una forma de relación entre las personas.
El consumo ha sido un territorio de análisis constante para la sociología, la economía, la sicología, la antropología y el marketing. Pero la ética apenas se había adentrado en este fenómeno, causa de injusticia global, expolio de la naturaleza, e insatisfacción para quienes más consumen, pero oportunidad también de humanización y de ejercicio cívico responsable.
La conferencia se referirá a la necesidad de orientar éticamente el consumo, proponiendo sugerencias para un consumo justo, libre, solidario y felicitante.
Al pensar en otro modelo de mundialización, cambiar las formas de consumo es una de las asignaturas pendientes. Y no una optativa, sino una troncal en la carrera de construir un mundo que toma en cuenta el profundo valor de las personas.