La matanza que el ejército israelí ha llevado a cabo en Gaza durante este verano se ha querido presentar como una respuesta al lanzamiento de cohetes por parte de Hamás contra territorio israelí. Es una técnica habitual de la propaganda israelí presentar sus ataques como operaciones de defensa. Y funciona, encuentra eco no sólo en el ámbito de la diplomacia sino también de los grandes medios de comunicación occidentales. Pero esta matanza no es un caso excepcional. Ha habido muchas otras, en 2012, 2008, 2006, 2002, 1996, 1982… desde mucho antes de que existiese Hamás. Y habrá más si no se actúa decidida y urgentemente para hacer cumplir la ley. Es decir para forzar a Israel a cumplir las resoluciones de la ONU y las normas del derecho internacional. La pretendida equidistancia entre uno y otro bando es falsa, actúa a favor del ocupante. Y de su impunidad.
Las palabras no solo sirven para contar lo que pasa, también sirven para ocultarlo. En el caso de Palestina, una red tejida con silencios, medias verdades y mentiras redondas impide ver la autentica dimensión del drama, la atroz cotidianidad de la ocupación y el expolio al que desde hace más de medio siglo está sometido todo un pueblo. Pero la realidad que es tozuda, no desaparece porque no queramos nombrarla. Y, como el pueblo palestino, sigue ahí……..