A lo largo de la historia son muchas las mujeres que se han dejado tocar por una experiencia intensa de Dios, que las ha llevado a implicarse y a complicarse a vida en la tarea de dignificar y humanizar la vida desde Dios. Todas ellas se sintieron habitadas y empoderadas por su experiencia interior y, a pesar de las críticas, ejercieron de una u otra manera, una actividad ‘política’ en sentido clásico del término: al servicio del bien común. Sin embargo, en muchas ocasiones las mujeres han sido silenciadas o han quedado invisibilizadas. Por ello deseamos sacarlas a la luz, pues su experiencia de Dios, su extraordinaria libertad y su implicación con el mundo en que les tocó vivir suponen todo un estímulo para una espiritualidad liberadora en el siglo XXI.

De entre todas estas mujeres, nos centraremos en las llamadas “beguinas”, forma de vida laical original que aparece en el siglo XIII, y que integra la contemplación y la predicación y el servicio a los excluidos en medio de las ciudades. A pesar de la gran formación de estas mujeres, y de su trabajo con los enfermos, y su compromiso con los pobres, la libertad e independencia de estas mujeres, sin votos perpetuos, atrajo numerosas críticas e, incluso, persecuciones.

Presentaremos el contexto histórico y espiritual en que vivieron y las respuestas que las beguinas ofrecieron, y nos adentraremos en una de sus grandes escritoras místicas, junto con Hadewich de Amberes y Marguerite Porete: la beguina alemana Matilde de Magdeburgo, autora del libro La luz que fluye de la Deidad.