“No podemos obviar el sufrimiento de los demás, debemos unirnos y movilizar nuestra compasión para marcar una diferencia globalizada. Depende de cada uno de nosotros asegurar que aquellos que han perdido sus hogares no pierdan también la esperanza”. Papa Francisco.

Una llamada a reflexionar sobre cómo, como europeos y cristianos, participar y actuar en la respuesta a los numerosos desafíos que encara Europa con respecto a la llegada y presencia de migrantes y refugiados. Y los retos a los que ellos se enfrentan en grandes ciudades, en núcleos más pequeños, la integración y la identidad cultural, los problemas sociales, económicos y religiosos.