La respuesta a dar a las conductas dañinas, para importantes intereses personales y colectivos, ha ido evolucionando a lo largo de la historia: de la Ley del Talión al desarrollo de una justicia penal adecuada el camino ha sido largo y cruel.
Hoy no se discute la esencia de la existencia de un Derecho Penal racional y moderno regido por un modelo garantista y en el que la pena tendría un fin preventivo y resocializador.
No obstante, al hilo de determinados acontecimientos de singular gravedad, se asiste a la crisis de ese modelo penal garantista y al surgimiento de un fenómeno nuevo integrado por varios factores, que está dando lugar a una importante transformación del Derecho Penal a través de modificaciones legislativas de gran calado. Se asiste también a un importante debate acerca de la razón de ser de las penas, escuchándose ya voces que pretenden acercarse peligrosamente a criterios de concepción de la pena como retribución, dentro de una lógica de la emergencia, que considera enemigo al delincuente y lo excluye del ámbito de las personas.
Asimismo, la posibilidad de participación de los sujetos concernidos por el delito en la solución del conflicto a través de fórmulas de mediación ha de ser analizada de manera especial en el momento presente.
Tratar de adentrarse en el camino ya recorrido por el Derecho Penal y en los factores que dan lugar a estos nuevos debates debe resultarnos muy esclarecedor acerca del futuro. Para ello, resultará de utilidad reflexionar sobre las siguientes cuestiones: ¿Qué es delito?. ¿Qué responsabilidad y cómo exigirla?. La justicia penal: la tipificación de los delitos y las penas, las garantías procesales. Las penas: qué penas, fines de las penas, en especial las penas privativas de libertad. El futuro de la justicia penal: la responsabilidad penal de los menores, la mediación.