¿Qué es Europa? ¿Qué ha venido a ser? Por ahora, a principios de 2006, una construcción de 25 países, un área de libre comercio, una “unión aduanera”. Dentro de ella circulan con bastante libertad manufacturas y grandes capitales; con más restricciones los vegetales y animales que empleamos en nuestra alimentación; casi sin libertad alguna lo hacen los servicios, y finalmente bajo las más estrictas regulaciones, cupos y visados circulan las personas. Las grandes empresas multinacionales han determinado un espacio puramente económico, donde sólo el lucro máximo es la ley.

Tenemos miedo que se nos introduzcan masivamente religiones extrañas, culturas que derrotamos hace siglos y rechazamos a los países fuera de nuestros bordes.

Pero ¿es cierto que Europa no es más que esto?

Al votar la Constitución Europea no pretendíamos sólo un espacio económico eficiente y prospero. Eso también; pero ante todo queríamos un espacio de libertades y derechos, Para ello necesitamos estructuras nuevas. Un poder europeo con responsabilidades. Unas leyes aprobadas democráticamente, con participación de todos los ciudadanos, que superen y mejoren los ordenamientos jurídicos de los estados miembros. Todo ello está siendo lento y difícil.

Hace falta re-soñar el sueño europeo, rehacer la utopía y ponerse a trabajar en la superación de la Europa de los mercaderes para conseguir otra Europa, próspera sí, pero sobre todo una gran tierra de los hombres y mujeres libres, racionales, sensatos, generosos con la naturaleza que nos alimenta y nos envuelve, solidarios con los países y continentes más pobres. Hay que aspirar al hombre nuevo de los nuevos tiempos, el europeo cuya representación pudiera ser una madre soltera de color envuelta en un tapiz de banderas.