Humanizar el proceso de morir supone tratarnos como humanos, en plenitud, íntegramente. Reconociendo nuestra vulnerabilidad y nuestra dignidad, nuestras sombra y nuestra luz. Sabiendo que nos encontramos en uno de los momentos de máxima densidad vital, estamos ante el final de la biografía de una persona que se acerca respetuosa y generalmente algo asustada al borde mismo del misterio. Humanizar es tener en cuenta la humanidad en su integridad, si solo atendemos al efímero y descuidamos el eterno en nosotros vamos a hacer un acompañamiento basado en el miedo y la ignorancia, es el que generalmente nuestra sociedad ofrece hoy en día. Desde los Cuidados Paliativos y la bioética se han elaborado modelos de evaluación y acompañamiento de los recursos y necesidades de la persona en el proceso de morir que vamos a compartir.
Los ejes de la charla serán:
Morir no es un proceso medico ni sanitario.
Morir es un acto único, singular y de profundo calado antropológico.
Morir es interesante y no duele.
Resistirse no lo evita pero lo complica.
Todos llegamos con cierta preparación pero una ayuda siempre viene bien.