En la Obra de Adela Cortina hay una preocupación ética constante por la mejora de la condición humana. Una de sus últimas reflexiones se refiere al rechazo al pobre, la Aporofobia, un término que ha tenido éxito en las ciencias sociales y que ella misma acuñó, hace 20 años, para poner de relieve que quienes producen verdadera fobia no son extranjeros o personas de etnia diferente, sino quienes son pobres, y parece que no pueden ofrecer nada bueno a la sociedad.
La pobreza, en palabras del economista, político, y escritor francés Jacques Attali es el principal problema del siglo XXI. Además de pasar dificultades económicas, ser pobre significa, con frecuencia, tener deudas, falta de vivienda, carencia de redes sociales, mala salud y menor esperanza de vida.
Atenta a las investigaciones de la neurociencia Adela Cortina se pregunta si está implícita en la fisiología del cerebro y en su funcionalidad la aporofobia. Explica la predisposición que tenemos los seres humanos a esta fobia y propone caminos de superación a través de la educación, la eliminación de las desigualdades económicas, la promoción de una democracia que tome en serio la igualdad y el fomento de una hospitalidad cosmopolita. Hoy –concluye- es imprescindible construir una sociedad más justa y cosmopolita.