La crisis económica ha sido también una crisis provocada por determinadas decisiones políticas. Una crisis en la que se comprueba la debilidad de la política para regular los nuevos espacios financieros y una crisis que nos proporciona algunas lecciones de cómo debemos entender la articulación entre política y economía.
Puede ser además una ocasión para proceder a esa transformación de la política que hace tiempo se viene manifestando como una tarea ineludible.